Siempre, desde muy chica...

escuché decir a mi mamá que no hay que dejar que un perro abandonado (o cualquier animal) pase hambre o sed. En aquella época (tengo 62 años) no se veía lo que se ve hoy. De vez en cuando aparecía algún perro callejeando, tal vez por haber corrido detrás de una perra en celo, pero no era lo común para la época. Mamá les daba agua y comida se quedaban por acá un tiempo y luego seguían viaje, pero, insisto, era uno de vez en cuando. Eso me fue formando, es lo que vi, es lo que escuché. Crecí, y continué con la tarea, siempre buscando la solución para evitar el sufrimiento animal. Ahora, se fueron encadenando las voluntades de una manera casi mágica. No se si decir que soy "proteccionista" me parece una palabra demasiado grande para utilizarla conmigo que soy solamente un pequeño granito de arena que forma un médano que sueña con ser montaña. Por ahora, podría decir que soy "colaboradora de los sin voz" o "una de las voces de los sin voz". Los amo, los entiendo, trato de protegerlos y tengo un sueño que se parece más a una utopía: que todas las voluntades podamos unirnos para servir mejor a nuestros hermanos (según San Francisco de Asís y lo comparto). Somos muchos está comprobado, hay proteccionistas, hay socorristas que están organizados y estamos también los independientes. Creo que todos comenzamos solos y en el camino nos vamos uniendo. Pienso que si nos unimos todos, podemos formar un inmensa red donde cada uno cumpla un rol y no nos desgastemos ni colapsemos y los beneficiados serán esos seres que amamos. Stella Faccio. mail: stellafaccio@hotmail.com

jueves, 22 de diciembre de 2011





Soy Bonito de nombre y porque dicen que lo soy. 
Mi vida no ha sido fácil, estuve en una casa donde mi papá golpeaba a mi mamá y a mí, él estaba muy enfermo y quizás enojado con la vida, descargaba su bronca sobre nosotros. Un día no sé por qué el empezó a pegarme y pegarme, me dolía mucho, estaba muy lastimado, mi cuerpo estaba todo hinchado por los golpes y por única vez me defendí y lo mordí, me pegó aún más fuerte y más y más. Después de eso no me acuerdo más nada. Cuando desperté estaba en una jaula, no entendía nada, nadie me miraba ni me hablaba. Unos días después aparecieron una señoras y escuché mi nombre, se acercaron a mi jaula y me acariciaron, yo les demostré mi alegría, pensé que venían por mí, me puse contento, ¡me iban a sacar de allí!- pensé, pero no, volvieron a acariciarme y se fueron. Al día siguiente, me sacaron de la jaula y me dieron una inyección, cuando me estaba despertando, volvieron esas señoras, me llevaron medio boleado hasta un auto y de ahí a un refugio. Estuve en una jaula más grande un tiempo, pero luego me cambiaron a otro lugar donde había muchos perritos y yo. No veía muchas personas pero había un señor que cuando todos los perritos ladraban y yo también, venía con un palo y nos pegaba a todos, yo recordé a mi papá y volví a defenderme. Me dolía mucho el cuerpo y apenas podía caminar. Un día no me acuerdo por qué, todos los perritos que estaban conmigo se empezaron a pelear y de pronto me atacaron a mi también, yo apenas podía defenderme, me lastimaron mucho, demasiado. Me llevaron a una jaula donde estaba solo, pero ya no podía moverme. Allí pasé un tiempo mientras me sentía cada vez peor, pero si hubiese podido hablar les hubiese contado que me sentía morir. Estaba echado en un agujero en la tierra y allí pasé días enteros con frío,  lluvia y hambre ya que no podía moverme. Un día, que sentí era el último de mi vida, vino un señor, yo apenas respiraba, me costaba mucho, me llevó a un lugar y empezaron a atenderme, a curarme. Me venían a visitar pero yo no reconocía a nadie y tenía y tengo aún mucho miedo. Poco a poco fui sintiéndome mejor, empecé a comer, se fue deshinchando mi cuerpo, mis terribles heridas fueron sanando, aunque los golpes me han dejado marcas en el cuerpo y en el alma, más en el alma.
Hoy ya estoy muy bien. Pero aún recuerdo el dolor que pasé todo ese tiempo, mi soledad, mis miedos siempre me acompañan, ahora no me pegan, me cuidan, me alimentan, estoy gordito y cuando vienen a visitarme y salimos a pasear yo muevo la colita para demostrarles que me pongo contento. Pero ya no soy el mismo de antes, los fantasmas de mis terrores pasados me acompañan, soy bastante malhumorado, cuando me atan pienso que me van a pegar y me asusto mucho, pero aún tengo la esperanza que en algún lugar ALGUIEN me dará la oportunidad de un hogar de una vida digna, del amor, ese alguien me va a tener que tener paciencia, he sufrido mucho y no es fácil volver a confiar. Lo único que prometo es devolver con amor y nobleza la oportunidad que puedan brindarme. 
Ya no soy joven, he llorado mucho, estuve casi muerto, pero volví para buscar mi chance, mi oportunidad, la última que tendré en lo que me queda de vida.
                                                           Bonito




BONITO EN ADOPCIÓN RESPONSABLE
Mestizo de Border Collie, fue rescatado en octubre del 2007 de zoonosis de San Isidro, donde había sido dejado por su dueño, hombre violento y golpeador, 
No lo recomendamos habiendo niños

Está castrado y será entregado en adopción con su libreta sanitaria al día. 
* Se realiza contrato de adopción y seguimiento. Se entrega en domicilio del adoptante. 

Contacto: Rita: docenteargentina@gmail.com
 ó 156-359-0620 ó Carla 4260-5479 ó 155-945-5544 ócarlapascual2@hotmail.com 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Proteger.

Proteger.

Accede con un clic, a refugios, Protectores/as,Sociedades...etc.

Mira la lista a continuacion:

Refugio Palomar.